Hace un año... ya hace un año...

Hoy... a las 22.51 todo el país gritó una única palabra: ¡¡GOOOOOOL!!

¿Lloré? ... sí... lloré... junto a mis amigos y "hermanos de padre"... Lloro por un gol y no por qué mi vida vaya a la deriva; lloro por ver a un tío del Madriz levantar una Copa y no al ver como maltratan a una mujer; lloro al ver un recuerdo en una camiseta y no lloro al ver desastres como el de Japón...

Esto es lo que me queda de humanidad, de sentimientos y de sensibilidad... Un gol. EL GOL.

Gran sensación... no se sabe el por qué... a mí no me van a recordar por ello, pero todos pensamos que "eramos" campeones, que una ínfima parte de esa copa se acababa de engarzar en nuestros corazones en forma de estrella.

Por unos días nos olvidamos de lo malo y de lo bueno, de la suegra, de la crisis, de la operacion bikini, de lo solo que te han dejado, de ZP y Rajoy, de la subida de la luz, de tu jefe, de que tienes que currar, de que no tienes curro, de la vecina de arriba que no sabe lo que son unas babuchas y va todo el santo día en tacones... Esos días sólo vives... que no es poco.

Y es que, esos días eramos amables y educados con todos; la ira, la perjuria, el egoísmo... no formaban parte de nosotros, sólo eramos conductores de felicidad... La caridad se veía por todos lados y todos parecíamos tener "chiribitas" en los ojos y mariposas en el estómago. Pagabamos con una sonrisa en la panadería y siempre teníamos algo de cobre para el cuarto color de los semáforos...

Lamentablemente esas cosas se acaban... vivimos soñando mientras que otros sueñan vivir... así está este mundo... deberíamos simplemente vivir el sueño y dejar de soñarlo...

Pero vívelo en voz baja... algunos... dormimos

Crudelius est Quam mori Semper timere mortem

La luz que ilumina sus sentimientos se apagó.

El tiempo desobedece sus ruegos, su derrota asumida.

Da cuerda a su reloj con arenas de la playa de su vida.

Cada ola trae un recuerdo, cada recuerdo, dolor

Orillas sucias contaminadas por su aflicción,

ayer era uña de su carne, hoy sus miedos no le preocupan,

hoy su mano no acaricia, solo espera que le escupan.

Sueños bisoños no vencen pesadillas de temor.

Ecos de las palabras amante, confidente, compañero…

Susurran la nueva situación: olvidados desconocidos.

Ahora es la nada quien acuna su deseo

Cantando nanas de silencio en mi habitación, desespero,

Desde mi habitación no se ve el mar ni la luna de sus mimos.

Amor, desde mi habitación ya no te veo.

Crudelius est Quam mori Semper timere mortem