Sexagenaria


Mis eternos… 







Hace sesenta años…

Tal día como hoy nació una mujer. No posee grandes habilidades, ni es famosa…
La mayoría le llaman por un nombre equivocado… Eso es divertido… La verdad…
Tuvo tres hermanos: dos chicas y un varón, aunque, por desgracia, su hermano las dejó muy de pequeño en un tiempo en el que un simple resfriado llegaba a ser mortal.

A la temprana edad de diez años ya tenía peladas las rodillas de limpiar en su primer trabajo… Me repito… eran otros tiempos… Tanto por la ventura de poder laborar como por las edades a las que se veían obligados a ello para comer.

Ha tenido tres hijos y ha conseguido darle a sus hijas el hermano que ella perdió. Incluso una  nació el mismo día que ella vio la luz del sol por primera vez. Por los tres se desvive, trata de querer a los tres por igual pero no lo consigue: ella quiere que sean felices, sin embargo, la felicidad es una zorra demasiado escurridiza que se escapa siempre en las partidas de caza.

Como toda persona tiene sus ataques de ira; quizás lo que la diferencie es que ella los tiene tan espaciados en el tiempo que no deja de sorprenderte cuando se deja llevar y explota.

Ha pasado últimamente por malos momentos en su vida pero se ha repuesto… Tal vez… porque nunca habla sus problemas, ni lo que le aflige, ni lo que le asusta… Es la persona menos egoísta que conoceré, sólo piensa en el bien ajeno… Bondadosa, tierna, cariñosa… Una persona emocionalmente sentimental; imbuida en una doctrina casi desaparecida que acomete la existencia como un mero tránsito hacia algo mejor y que ha de ser tomada como un regalo que no es propio… sino que hay que compartirlo.

No sé si la vida la ha tratado bien pero sí sé que ella ha tratado bien a la vida.

Ni siquiera me atrevo a preguntarle si es feliz o no… 

A veces, cuando sonríe por la cosa más insignificante o suelta una pequeña carcajada… Tengo que aguantarme las lágrimas… 

Las veces que la veo llorar… a mí me da por reír…


Es evidente que tendría tantas cosas que contar sobre ella… se me acumulan tantos recuerdos y vivencias que ni siquiera sé como he escrito las cuatro palabras que llevo… Pero creo que con esto basta. Algo sencillo para un ser muy sencillo que no simple.

Felicidades mami. No sabes cuánto me duele decirte que agradezco que me dieses la vida. Te quiero mucho.

Papi… a ti te escribiré cuando te jubiles… si llegas jejeje… Ya sabes que somos tíos y que no nos hace falta esto para saber que nos respetamos y nos queremos… Si acaso una cerveza y un chiste.

No serías lo que eres sin mamá… Ni ella sin ti.

Crudelius est Quam mori Semper timere mortem



Fuedtecito

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