Pero que malos somos

Hay veces que escuchas noticias y te avergüenzas de tu condición de macho, la que te ha dado la madre naturaleza.

La violencia de pareja, pasó a ser de género y finalmente ha encallado en violencia machista. Todos los machos somos violentos... nos escudamos en la testosterona pero no debe tener ninguna relación, únicamente con intolerantes incapaces de mantener al margen su imposibilidad de sentir que trata con iguales y de reconducir sus impulsos y energías por otros cauces. Nos escudamos en lo vivido en nuestra época infantil... es como aquello de jugar al parchís: Me cuento 50... En mi casa se juega así...

Después, no sé porque nos quejamos cuando nos divorciamos y casi siempre salen ganando... ¡señores! ¡Seamos realistas! ¿Y lo que han tenido que aguantar? Años de vejaciones e insultos, pasar por alto tu comportamiento como macho alfa con todo lo que se movía, de tratarla como a una chacha...

El Domingo pasado, viendo las noticias en "Cuatro", lo confirmaron todo. Estudiaban los divorcios, nos constataban la naturaleza de los unos y las otras. La psicóloga que había estudiado los casos, afirmaba categóricamente que había dos casos de divorcios:

a) El hombre pide el divorcio: En los casos en los que el hombre toma la iniciativa, es debido a que ya tiene otra pareja fuera del matrimonio esperándolo. La mujer, ha podido darse cuenta de la situación pero el amor la cegaba o simplemente no podía reaccionar, suele acabar de psicólogos.

b) La mujer solicita el divorcio: En estos casos la mujer suele estar cansada de aguantar desplantes y vejaciones. Ha llegado a su límite y ha dicho basta. Un alto porcentaje de los hombres, en estos casos, suelen tener una amante al margen del matrimonio, con lo cual a rey muerto rey puesto. La mujer suele pasar de un estado de euforia a hundirse y acaba de psicólogos. En estos casos el hombre también suele necesitar ayuda profesional.

En resumidas cuentas, ¡pero qué malo somos! Somos asentimentales, nos da igual una entrepierna que otra, siempre que no esté muy usada claro y si está mas tersa y joven que la actual pues mejor, sensiblerías las justas; ¿y si se queda con la casa? un peso que te quitas de encima, nadie necesita un castillo de recuerdos, puede ablandarte; ¿y si te divorcias y te quedas sin tus hijos? mejor, que los aguante ella, además, nadie te puede asegurar que no sean del panadero; ¿y si tienes que pagarle parte de tu nómina? ¡Póngame el documento delante para firmar ya!

Me alegro de ser hombre y no tener sentimientos y no sufrir por nada. Es lo que tiene la Teoría de la Evolución: sólo los fuertes progresan y sobreviven.

¡Pero qué malos somos!

Quizás, lo mejor que le podría pasar a la humanidad es que gobernaran mujeres ya y se llegarán a acuerdos sensibles en todo, y que podamos comprobar como desde un trono de sentimientos el mundo puede cambiar a mejor por supuesto. Sin hombres violentos y que sólo piensan en lo único y con lo único (¡¡ay que mal nos has hecho DSK!!).

Me encantaría vivir en ese mundo idílico gobernado desde el amor, en el que todos seamos de un único color, el color de la esperanza (¡claro que pareceríamos mas de uno Shrek!), el de creer que esto puede cambiar y se podrá hacer derrocando al poder asentado desde la violencia y el miedo: El Macho.

Sería bonito vivir "dominado" (uf como me pone ese término) por un mundo de mujeres, en el que sólo tu código genético pueda evitarte una vida de trabajos forzados para llegar a final de mes, nos tendrían que tener enjaulados como a gallinas, total con la ciencia ya nosotros no servimos ni para reproducirnos y quizás sea hasta mejor.

Que pena que yo no lo vaya a ver... me tendré que conformar con observar este mundo asentimental que ni sufre ni padece pues el timón lo sujeta aún fuerte (aunque cada vez menos) una mano callosa con dedos anchos y gordos como los de nuestros padres que son el peor ejemplo que podemos seguir.

¡Pero que malo soy!

Crudelius est Quam mori Semper timere mortem